El partido terminó con 4 goles, 8 tarjetas amarillas, una roja y muchas polémicas. Bastante explosivo para un El Clásico sin apuestas.
El Clásico siempre ha sido uno de los partidos de fútbol más esperados que cuenta con el FC Barcelona y el Real Madrid, dos de los mayores clubs de fútbol del planeta. El choque no se limita sólo a los estilos de fútbol contrastados de los clubs, sino que se ve también como un enfrentamiento entre España y Catalunya. Con tanta importancia atribuida al partido, siempre ha estado a la altura de las expectativas de los aficionados al fútbol. Las emociones se acumulan en el campo a medida que se esparcen los temperamentos y se producen polémicas y peleas. El Clásico de este domingo se había descrito como un asunto húmedo incluso antes de su inicio, ya que el Barcelona ya había ganado la liga mientras que el Real Madrid se mostraba prudente en la preparación de la final de la Liga de Campeones . El hecho de que éste fuera el último Clásico de Iniesta fue el único motivo por el que la mayoría de los aficionados esperaban el partido de fútbol. Otros recordaron que el Barcelona se había mantenido invicto durante la temporada de liga y copa hasta ahora y una derrota significaría que no podría continuar la temporada entera invicto.
Pero toda esa charla húmeda del Clásico se convirtió en pulso cuando el Barça se adelantó con Luis Suárez, que conectó perfectamente con un centro de Sergio Roberto. El Real Madrid pronto empató cuando Cristiano Ronaldo conectó con un pase de cabeza de Benzema que fue creado por Toni Kroos. Ambos equipos siguieron amenazándose los goles mientras se creaban ocasiones a derecha e izquierda. Ronaldo también sufrió una lesión que le vio cojeando durante el resto del descanso. Al final del minuto 40, dos defensas del Real Madrid recibieron tarjeta amarilla y también a los barceloneses Messi y Saurez. Pero la verdadera polémica empezó cuando el árbitro no se percató del horrible desafío de Gareth Bale sobre Samuel Umtiti que debería haberle valido una tarjeta roja directa.
Las cosas pronto empezaron a calentarse a medida que se acercaba el descanso. Un ataque del Real Madrid por la banda izquierda ha visto un enfrentamiento entre Marcelo y Sergio Roberto. Éste último perdió la calma y arrojó el puño a la cara de Marcelo. El árbitro tuvo una visión clara de ese enfrentamiento y mostró una roja directa a Roberto justo al descanso del descanso. Esto hizo que el Barcelona tuviera que jugar toda la segunda parte, con un hombre por debajo.
Mientras el Barça se redujo a 10 hombres, el Real Madrid tuvo que sustituir a Ronaldo debido a su lesión en la primera mitad que le causó un tobillo hinchado. El Real Madrid ha dominado el descanso pero no ha podido crear muchas ocasiones. El Barcelona volvió a avanzar cuando Messi marcó con un pase de Suárez. Ha habido una protesta feroz de los jugadores del Real Madrid, puesto que Saurez cometió una falta en Varane en el inicio de la portería, pero se salió con la suya. El Real Madrid luchó por encontrar el empate ante un Barcelona de 10 jugadores y fue Gareth Bale quien le ha arrastrado en el minuto 72 para empatar el marcador.
El Barça siguió atacando mientras un súper esfuerzo de Lionel Messi fue bien salvado por Navas. Messi volvió a estar cerca de marcar cuando un disparo de rizo suyo acabó desviado del palo. El Real Madrid también empezaba a aprovechar al Barcelona de 10 jugadores. Marcelo fue abatido dentro del área del Barcelona, pero el árbitro volvió a realizar una polémica llamada cuando el Real Madrid recibió un penalti claro. El Barcelona, después de haber dado una clara línea de vida, siguió resistiendo todos los avances del Real Madrid y se aferra a la vida querida. Nelson Semedo sustituyó a Coutinho por ocupar la posición de Roberto en defensa, impresionado por su velocidad y resistencia. Finalmente, Semedo ha despejado el balón con un cabezazo cuando el árbitro pitaba final.
El Clásico final de Andrés Iniesta había estallado en la vida en breve y estuvo a la altura de la facturación. Hubo aplausos por doquier porque el Maestro hizo su última reverencia.
A pesar de todas las polémicas y malas decisiones arbitrales, todo el mundo quedó satisfecho con el resultado. El entrenador del Barcelona, Ernesto Valverde, exclamó después de que hubiera hecho daño a que el Real Madrid hubiera roto la racha de invictos, por lo que el empate era un resultado justo y aceptable. Como dicen, incluso un empate significa invicto. Todos los que vieron el Clásico del domingo estarán de acuerdo en que los jugadores salieron al campo como si todo estuviera en juego, al contrario de la creencia de que no había nada.