Situado en la provincia española de Almería, en el norte de Andalucía, el antiguo pueblo de pescadores de Garrucha ha sido durante muchos siglos un puerto importante para la región de la Costa Almería. Garrucha logró su auge de importancia durante el siglo XIX cuando se descubrieron yacimientos de plomo, plata, cobre y hierro en la zona, lo que dio lugar al desarrollo de una importante industria minera y exportadora.

Sin embargo, la historia de Garrucha se remonta mucho más allá, ya que en la región había pobladores desde el Neolítico, los asentamientos ibéricos posteriores fueron sustituidos por los de cartagineses, romanos y moriscos.

Las primeras referencias escritas en Garrucha fueron durante el siglo XIV cuando se conocía como Almorac Nazari (tomado del árabe). Fue después de la reconquista cristiana durante los siglos XV y XVI que se desarrolló el puerto de Garrucha, momento en el que giraba mayoritariamente alrededor de la industria pesquera. Cuando llegó la minería durante el siglo XIX, la población era conocida como La Pequeña San Sebastián y atrajo a ricos terratenientes y propietarios de minas que construyeron grandes casas en el paseo marítimo de la población.

Quizás el cambio más significativo de la historia de Garrucha se produjo durante las décadas de 1960 y 1970, cuando la industria turística española empezó a crecer, y el buen clima y las playas de arena atrajeron veraneantes de España y del norte de ‘Europa. Sin embargo, Garrucha se ha mantenido mayoritariamente virgen por la llegada del turismo y conserva gran parte de su ambiente tradicional español.

Garrucha es especialmente conocido por sus restaurantes de marisco, algunos de los mejores de la región, se especializan en pescado fresco capturado localmente, que se desembarca en el puerto todos los días.