En los últimos cuatro años, el club de fútbol más rico del mundo lo ha pasado muy mal. No ganó ningún trofeo. Y esta temporada actual, las esperanzas eran muy altas de que el equipo ganara un trofeo importante, con el nombramiento del ex entrenador de la Juventus, Fabio Capello, como responsable del equipo. Capello, que había entrenado al equipo una vez en los años noventa, había llevado a la Juventus a ganar dos títulos consecutivos de Scudetto en Italia en 2004 y 2005. Con una calificación tan alta, se suponía que estaba eminentemente calificado para el trabajo y sería conducir al equipo a la forma de ganar. Mientras reanudó como entrenador, Capello prometió que sólo perdería cinco partidos en la liga (la liga) durante toda la temporada.

Sin embargo, con sólo veinte partidos ligueros, Capello ha perdido siete partidos. Y ha llevado al equipo a algunas de las peores actuaciones de la historia reciente. La Real ha perdido algunos partidos vitales en casa en el Bernabéu contra equipos de bajo nivel como el Recreativo y el Levante, que se encuentran en la parte baja de la liga.

En una serie de diez partidos, el equipo marcó apenas tres goles, muy lejos de su carácter goleador en el pasado. Incluso la captación de nuevos jugadores en el período de transferencia de enero no ha ayudado a las cosas. El club se encuentra ahora a cuatro puntos del Barcelona en la mesa liguera.

Después de haber sido eliminado de la Copa del Rey por el Real Betis, la única esperanza de conseguir algún trofeo esta temporada son la liga de campeones o la liga española. En la forma actual, las posibilidades de que el equipo gane en Europa son muy escasas. Por tanto, se espera que el equipo vuelva a salir con las manos vacías esta temporada.

¿Qué podría haber provocado la actual crisis del club de fútbol más exitoso de Europa?

Por un lado, el estilo de entrenador de Capello ha sido muy criticado por jugadores y aficionados. El estilo defensivo del nuevo entrenador no gustó a los aficionados y tampoco dio los resultados deseados.

Además, el cambio repentino en la política de captación de jugadores del club desde la era de la compra de galácticos o jugadores de fama mundial, a la de la compra de jugadores relativamente desconocidos parece haber afectado internamente al club. No es extraño oír hablar de peleas y juegos de poder en el vestuario.

Además, la aparente antipatía del entrenador hacia algunos jugadores ha ayudado a polarizar al club ya atenuar el espíritu de equipo. Los comentarios recientes del presidente del club y del entrenador sobre algunos jugadores clave del equipo, que fueron promocionados por los medios de comunicación, sirvieron para mostrar el alcance de la animadversión que existe entre la base del club.